(POESÍA DE BEATRIZ LILIANA ESLIMÁN)
Qué intento más audaz y repentino
el no mirar atrás sin la cruel nostalgia
que hostiga el corazón, y así altiva,
soñar que mi futuro añora otro destino.
La alegría que perdida y muerta la creía
la reencontré esta mañana en mi camino,
y tomó por asalto primero, mis manos,
luego, mis ojos y mi corazón desteñido.
Maravillosa experiencia de sutil ironía
que a mi historia agregó sabiduría...
y a los torrentes desgarros del pasado
los hundió en el lodo del eterno olvido.
Qué sonrisa amenace en mis labios!
qué fresco y suave el roce de mis manos,
que acariciando el sol de la mañana
despierta mi fulgor de mujer enaltecido.
el no mirar atrás sin la cruel nostalgia
que hostiga el corazón, y así altiva,
soñar que mi futuro añora otro destino.
La alegría que perdida y muerta la creía
la reencontré esta mañana en mi camino,
y tomó por asalto primero, mis manos,
luego, mis ojos y mi corazón desteñido.
Maravillosa experiencia de sutil ironía
que a mi historia agregó sabiduría...
y a los torrentes desgarros del pasado
los hundió en el lodo del eterno olvido.
Qué sonrisa amenace en mis labios!
qué fresco y suave el roce de mis manos,
que acariciando el sol de la mañana
despierta mi fulgor de mujer enaltecido.
©copyrigth 2010. de Beatriz Liliana Esliman.( derechos reservados del autor)
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