(DE BEATRIZ LILIANA ESLIMÁN)
Cada día tiene su color, su aroma, su recuerdo. En mi vida creo que tengo una paleta de tonalidades; un probador de fragancias múltiples, y los recuerdos más disímiles.
La congoja está acompañada de tonos suaves, casi imperceptibles, aunque huele a crisantemos y el recuerdo se torna borroso, quizá por el deseo de dejarla lejos de mí.
La sabiduría es de colores violáceos y púrpuras, ilumina mi mente y mi ser en simultáneo, y huele a lavandas en flor; a medida que mi edad pasa y envejezco cada día, se acrecienta por la experiencia vivida.
El temor, es color gris, me paraliza, y lucho con él hasta vencerlo! huele amargo, como hierba mala que crece para impedir la hierba buena, y aunque no quiera recordarlo, de vez en cuando se me aparece.
La nostalgia, es blanca...casi transparente, y huele a lilas y son solo recuerdos....
La valentía es naranja, fortalece mi corazón hasta límites insospechables, y a veces me desconozco hasta donde puedo llega en nombre de ella! su aroma es a naranjas, limones y flores de azahar, persistentes aún cuando me alejo...
La felicidad, es de color rosa, corona mi vida de a momentos, pero son profundos y bellos,y huele dulce, muy dulce... como un ramos de frescas rosas, fresias y jazmines. Su recuerdo permanece aún con la congoja para suavizarla y darme la esperanza de que otro momento es posible.
El dolor, no tiene color, nace incoloro , y el aroma se entremezcla con el incienso de mis muertos, pero por suerte desaparece ni bien aparece la esperanza.
El amor, o sí...el amor, es toda la paleta del arco iris, son todos los colores juntos, porque el amor por sí no es un sentimiento aislado del resto. Existe por sí, porque yo lo llamo, porque mis deseos así se lo suplican...como una esclava busco y cuido al amor, pero con la diferencia de que no se compra, vienen sin que lo llamen y a pesar de mí...
©copyrigth 2010. de Beatriz Liliana Esliman.( derechos reservados del autor)
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