miércoles, 6 de octubre de 2010

EDÉN.

(DE BEATRIZ LILIANA ESLIMÁN)



El juego es lento sobre la llanura de su vientre vacío de miedos,
no hay distancia que supere el intercambio de fluidos dulces y letales
que marcan cada espacio de epidermis como un mapa del nuevo mundo
que atrae a ignotos a encontrar el oro en la selva profunda y desconocida.

La noche es testigo de la búsqueda constante de los labios sedientos
a manera de desierto inexplorado que corren detrás del oasis humedecido.
Infame sed que no te sacias y revuelves debajo de las entrañas del otro ser
hasta absorber la última gota que se genera en las colinas del cuerpo de mujer.

Consigue acomodar los pies para seguir el camino hasta el edén prometido,
y cuando llega a la unión infinita de las manos, percibe la locura en frenesí
con movimientos inquietos y la juventud que no deja resquicio para evitar
la revolución de los cuerpos como un choque de planetas desconocidos.

©copyrigth 2010. de Beatriz Liliana Esliman.( derechos reservados del autor) 


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