miércoles, 6 de octubre de 2010

CÁLIZ.

(POESÍA DE BEATRIZ LILIANA ESLIMÁN)





A tientas, como ciega que percibe formas y colores
sobrelleva el largo camino de un tiempo fugaz e inerte
y retoma el vuelo calmo del viento deshojando amores.
No necesita reloj, ni mapa que le indique llegar a la muerte.

El cáliz se lo ha bebido de un sorbo venenoso y sutil.
Los pensamientos son imágenes borrosas que preceden
en lapsos cortos al esperado dolor de la bebida útil
que en gracia blanca a los moribundos se los conceden.

OH! dulce encanto de la muerte, desencanto de la vida,
qué tramposa apareces solitaria, muda pero vencedora
en los últimos pasos de este infierno que huele a despedida.
No temas, te esperaba, con finos encajes de fiel hacedora.

Qué mísero es el destino que lleva al tramo final en soledad
y despelleja el último signo de amor hasta sangrar el alma.
No temas, te esperaba despierta para sentir tu piedad
que postrera y a modo de pétalos caen en hermosa calma.

Ya se ha ido y el mortífero golpe cumplió su cometido...

©copyrigth 2010. de Beatriz Liliana Esliman.( derechos reservados del autor) 


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