Me pesan los recuerdos de los niños sonriendo,
de las tardes en el parque, de los juegos.
Me pesan los recuerdos a la orilla del mar,
los cuentos narrados, los rostros asombrados.
Me pesa la vida, que me estalla en las manos
como una granada sin importar los daños.
Cuánta melancolía concentrada en un corazón,
cuánta añoranza desdibujada con el paso del tiempo.
Quedan las fotografías, los ecos de las sonrisas,
el calor de sus manitos tomadas a las mías,
los reyes magos, Santa Claus, y sus inocencias,
sus compañías, las que hoy extraño sin cobardía.©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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