Aquí me tienes, cobijada en mis letras
las únicas que no me defraudan,
las que dejan en libertad mi amor
sin necesidad de disculpas obsecuentes.
Aquí estoy, advertida de la indiferencia.
Herida no sólo por mis ayeres inevitables
sino por mi presente repleto de tus pretextos;
aunque cuento con la compañía de mis versos.
Yo pregunto ¿para qué tanta huída mentirosa?
si buscas conseguir que tire la llave de mis sueños,
un día de estos, la echaré lejos, y seguiré mi camino,
soy mujer hecha no sólo de palabras, arraigo sentimientos.
Nacida de noble madera y de cristales sonoros
que otorgan a mi corazón el sonido de un ángel,
pero te suplico, no tires de la cuerda demasiado,
se romperá y seré maldito querubín engañado.
Te expulsaré de mi paraíso, como si fueras fantasma,
no dára miedo perder lo que nunca ha sido mío,
porque tú, egoísta en tus tiempos, no lo has querido:
Yo te expulsaré de mis cielos, y me habrás perdido.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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