Espero el día en donde no sean tantas las preguntas,
porque las respuestas te las he dado con mis sonrisas,
con mis palabras, con mi presencia , con mi comprensión.
Que solo sea el abrazo quien trasnmita la intensa emoción.
No te juzgues, ni me juzgues, porque esto no es un juicio
ni tampoco es un juego entre dos niños caprichosos.
Las condenas solo abruman, y tú no eres mi juez ni mi perdón.
Espero el día del abrazo, de la mirada, del roce perfecto de piel,
porque creo, que aún no crees, y tan solo espero que llegues...
Deja al menos por un momento a Freud y Lacan y entrégame un beso

©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)