Voy a marcar el sendero
para dejar mi presencia
en una estela de flores
perennes pero vivas.
Aunque corta sea la vida,
mis deseos no fenecen
y atraviesan la gruta
que me lleva hacia vos.
No contaminaré mi rocío
que, como perlas humedecen,
mis pubis sagrado de amor,
para que seas su único dueño.
Cortaré la hierba creciente,
para que me sigas libremente,
adonde el ave solitaria se posa,
en la primavera de mi cuerpo...
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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