No hay última estación para descender,
este tren me lleva por caminos diferentes
y sólo yo sabré en cuál bajarme a vivir.
He comprado el boleto con esperanza,
ella ha sido la paga y convencida estoy
que cuando elija será el lugar deseado.
Sin falsos paraísos, ni mentiras como golpe.
En mis maletas llevo las sonrisas que debo,
para entregarlas a quien supo esperarlas.
No he firmado contrato, confío en la palabra,
y si inventé una claúsula ha sido:CONFIANZA.
No descenderé, si quien me espera no la posee,
prefiero seguir el viaje, aunque la vida pase
y yo marchite mi piel esperando mi sueño.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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