(POESÍA DE BEATRIZ LILIANA ESLIMÁN)
Aunque intentes lastimarme
no hallarás el flanco oportuno
no me llega tu ira lascerante
ni el rencor que anidas en tu mundo.
Demuestras que desconoces mi valor,
y ello no hará de mí un fantasma cínico.
Deja mejor tus punzantes palabras
y pide perdón por lo que has dicho.
Tus infiernos no dejan ver el paraíso,
en cada ángel ves un enemigo
y te equivocas lastimando torpemente
sin piedad, sin medida ni destino.
Quedaras solo con tu humillante ego,
que a pesar de tu verdadero dolor
lo opacas en desmedro del amor
y lo que tocas lo condenas a destierro.
Eres, como yo, un pequeño ser
que en el universo pasas desapercibido,
pero son tus impiadosos juicios hipócritas
los que te llevaran a un irremediable olvido...
Pues a pesar de mí, que te perdono
de las injurias que difamas y me ultrajas,
serás tú el único que conjure contra tí,
no seré yo quien te condene con justicia
Tu credo será el que decida tu destino
que tristemente te espera sin aciertos
a las puertas de la verguenza que invocas
para mí, pero serás tú quien la posea.
Qué cruel mensaje me has dejado
pero no llega a mi corazón entristecido,
porque tus palabras necias sin sentido
te hunden en la soledad de tu propio dolor.
©copyrigth 2010. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
no hallarás el flanco oportuno
no me llega tu ira lascerante
ni el rencor que anidas en tu mundo.
Demuestras que desconoces mi valor,
y ello no hará de mí un fantasma cínico.
Deja mejor tus punzantes palabras
y pide perdón por lo que has dicho.
Tus infiernos no dejan ver el paraíso,
en cada ángel ves un enemigo
y te equivocas lastimando torpemente
sin piedad, sin medida ni destino.
Quedaras solo con tu humillante ego,
que a pesar de tu verdadero dolor
lo opacas en desmedro del amor
y lo que tocas lo condenas a destierro.
Eres, como yo, un pequeño ser
que en el universo pasas desapercibido,
pero son tus impiadosos juicios hipócritas
los que te llevaran a un irremediable olvido...
Pues a pesar de mí, que te perdono
de las injurias que difamas y me ultrajas,
serás tú el único que conjure contra tí,
no seré yo quien te condene con justicia
Tu credo será el que decida tu destino
que tristemente te espera sin aciertos
a las puertas de la verguenza que invocas
para mí, pero serás tú quien la posea.
Qué cruel mensaje me has dejado
pero no llega a mi corazón entristecido,
porque tus palabras necias sin sentido
te hunden en la soledad de tu propio dolor.
©copyrigth 2010. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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