Después de una largo caminar
sus piernas agotadas
se detienen en tu puerta a tocar.
Apúrate, no te tardes,
que ha venido desde lejos a amar
con señorial estirpe,
como doncella consagrada
a su señor para cuidar.
No te asuste su llamado,
ni sus manos para acariciar.
Viajera de caminos sinuosos,
mujer de esperanza
la que acaba de llegar;
se detiene a tocar tu puerta,
apúrate, no te tardes ,
pues, se muere por amar.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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