Extraña sensación la que me obsequia
el golpe de realidad asestado artero,
no permite cobijarme y expuesta quedo
a la furia de existir como presa joven.
Brutal encuentro con mi perseguidor,
al que evado primero, y luego enfrento
cansada de su seguimientos y afrentas.
No dejaré que una doble sombra me siga.
Molesta el andar duduoso de quien me acosa,
pero llegó la hora de quitar mis miedos grises
y matar su existencia con desahogo y honra,
sin callar el grito desesperado de liberación.
Vaticinan tormentas eléctricas y será energía
para que los cortantes relámpagos en el cielo
subleven el agua de los océanos en tsunami
y arrastren a su paso la poca humanidad
no rendida...
PD: sé que después de la total destrucción
lo nuevo asoma vergonzoso, pero asoma,
nadie es perseguido, ni perseguidor,
cada cual jugará su mejor juego, existiendo...
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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