Este día ha costado levantarme,
será que he perdido el amanecer
que escurrido entre mis sueños
pasó de largo y no me ha visto.
Cada músculo es inválido, inherte
y deshoye hasta el pulso cardíaco,
manteniendo en un mudo letargo,
casi senil, una juventud de orgasmos.
Torpemente mi cuerpo degenera
como una hoja seca en invierno
frágil, solitaria y agitada por vientos
y niega desprenderse de su rama.
Un instinto, despierta cada célula,
avisa que el toque de queda finaliza,
ya es hora que deje que otros vivan
mis aromas y primaveras escondidas.
Ya ha anochecido, febril me incoporo
y recibo a la luna que cuando quiere,
se atreve valiente y me ilumina.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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