En este diáfano atardecer,
la ida del sol cubre como manto
un día más de sueños sin cumplir,
y los guarda hasta mañana.
Un manojo de inútiles recuerdos
bajan por la estrellas infinitas
y forman un cielo que deseo olvidar,
pues lo que nunca ha sido no tiene lugar.
Si pudiera abriría un frasco de cristal
y allí solo dejaría los sueños posibles
para mirarlos día a día y no olvidarme
que su existencia es lo que aún me mantiene viva.©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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