(POESIA DE BEATRIZ LILIANA ESLIMÁN)
Qué frágil es mi resistencia,
se rinde ante la indiferencia
como si fuera el último aliento,
de un moribundo hambriento.
La tristeza atraganta como hueso,
y si miro hacia atrás está mi beso
que cubrió una noche y su sueño
como madre de un hijo sin dueño.
Desprendida del agradecimiento.
sólo espero como buey sediento
a que la herida sane, aún con dolor
si eso es lo que merezco por temor.
Malgastar horas al tiempo por venir
y dejar que la suerte pueda herir
a sabiendas de pagar caro precio
por mi ruego a cambio de desprecio.
Cuánto deseo hallar la ansiada morfina
para no soportar tanto dolor a escondidas
y si los ángeles existen, que uno de ellos
venga a dar la extrema unción a mi llanto.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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