(POESÍA DE BEATRIZ LILIANA ESLIMÁN)
Mi voz, se eleva como un canto en este día,
donde los adioses que nos dijimos entristecen.
La sombra de que existes te va tornando invisible,
y advierto que ya no poseo el calor de tus abrazos.
Necesito que la dignidad del viento renueve mi aire
enrarecido de tus palabras y pretextos malditos...
y enjuagar mis lágrimas que en doliente descenso
desembocan en la árida verdad de que te has ido...
Busco encomendarme a la luna que apenas ilumina,
pues no quiero ser descubierta en tamaña tristeza;
y la noche es buena compañera para llantos y suspiros.
Que me arrulle el aroma de los abetos para quedar dormida...
Despertar con el helado rocío petrificando mi rostro
con la última sonrisa que esbocé en nuestra despedida,
y dejarme llevar en andas hasta la morada de los sueños,
de aquellos sueños inventados y jamás vividos....
La sombra de que existes te va tornando invisible,
y advierto que ya no poseo el calor de tus abrazos.
Necesito que la dignidad del viento renueve mi aire
enrarecido de tus palabras y pretextos malditos...
y enjuagar mis lágrimas que en doliente descenso
desembocan en la árida verdad de que te has ido...
Busco encomendarme a la luna que apenas ilumina,
pues no quiero ser descubierta en tamaña tristeza;
y la noche es buena compañera para llantos y suspiros.
Que me arrulle el aroma de los abetos para quedar dormida...
Despertar con el helado rocío petrificando mi rostro
con la última sonrisa que esbocé en nuestra despedida,
y dejarme llevar en andas hasta la morada de los sueños,
de aquellos sueños inventados y jamás vividos....
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
Muy bello poema que declara al olvido y reencuentro pasado,no estaré en FACE PERO SIGO LEYENDOTE
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