Después, sólo después de que todo ha calmado,
vuelvo a creer en la tibieza del abrazo sentido.
No hay compás de espera, ni espanto que asuste,
todo vuelve a ser real, sin ilusiones absurdas.
Atrás ha quedado el tiempo de miedos cobardes
y ha llegado el aprendizaje valiente sin alucinaciones .
No necesito ninguna afirmación, basta con la vida
que de a ratos se ofrece sin vanidad ni retraso.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
hermoso y concreto como el beso largamente esperado. Muy bello.
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