Cuando regreso bendigo al tiempo
que sus horas ofrece generosamente.
Abre caminos, marca lúcidos senderos
pronunciando saludo con voz de viento.
Subo escaleras, atravieso puentes etéreos,
y nado en el lago que me dió un sueño.
Uno mi nombre al corazón que espero.
No existen relojes, sólo mis latidos viniendo...
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
preciosa !!!
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