Débil por tanto que he caminado hacia nada...
duele el alma, el cuerpo, la ilusión desarmada,
los ojos se nublaron con mis amargas lágrimas,
pero dulce fue el sentir de dar amor a distancia.
No hay parte que no duela de mi cuerpo descarnado,
ni aire fresco que falte en momentos del recuerdo soñado.
Existe la duda de sí he perdido o sin querer he ganado,
lo único cierto, es que mi frágil corazón no ha descansado.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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