¡Cuántas preguntas quedaron sin contestar!
Esta orfandad de respuestas abruma soledades
e inquieta saber que mis errores tan humanos
alejaron un sueño abortado en plena gestación.
No busco culpable, ni condena, o perdón,
en un adiós sin despedida como tormento,
que el tiempo convertirá en olvido aciago,
con la pena viva y escondida sin compasión.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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