Lunes, que te pegas en mis sábanas
en las mañanas y no te desprendes,
déjame levantar y caminar la semana
aún con sus fantasías e ilusiones.
Lunes, que el domingo te ha ganado
y es primero por condición divina,
y tú, por un mandato social .
No retrases las horas del inicio.
Lunes, de pereza y sin vergüenza,
expulsa el sabor amargo de los amores
que en sábado y domingo se extrañaron
y devuélveme la calma sin siestas.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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