(POESÍA DE BEATRIZ LILIANA ESLIMÁN)
Cuán ingrata es vida que me niega el placer de tu mirada,
y ruin se aparece ante mi vista un recuerdo marcado y olvidado.
Cuánto más añoro, más resigno creer en tu ilusoria llegada.
Niego lo presente para mitigar el dolor de cuánto he amado.
La abstinencia de los besos y caricias me han marcado,
y la soledad que aún queda de tu sueño atiende pesadillas.
Embustero cruel que con tus mentiras me has marchitado;
déjame por un instante esta agonía y permite brillen mis mejillas.
No hay súplica que reemplace el vacío y frío hueco de mis labios,
ni sonrisa falsa que ilumine un rostro viejo y austero de antemano.
Creo que he dado lo mejor, con nada me he quedado...
vuelvo a mis pasos mientras escondo las heridas de mi mano...
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
Cuánto más añoro, más resigno creer en tu ilusoria llegada.
Niego lo presente para mitigar el dolor de cuánto he amado.
La abstinencia de los besos y caricias me han marcado,
y la soledad que aún queda de tu sueño atiende pesadillas.
Embustero cruel que con tus mentiras me has marchitado;
déjame por un instante esta agonía y permite brillen mis mejillas.
No hay súplica que reemplace el vacío y frío hueco de mis labios,
ni sonrisa falsa que ilumine un rostro viejo y austero de antemano.
Creo que he dado lo mejor, con nada me he quedado...
vuelvo a mis pasos mientras escondo las heridas de mi mano...
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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