Formo las piezas de un imperfecto rompecabezas,
hasta armarme ciegamente con el temblor humano.
Desobedezco las formas y el color de las piezas,
no coordino, simplemente imagino el andar de mi mano.
Cosmopolita risa que salpica con hermosa sonoridad
mis labios finos hasta soltar la carga de la emoción
que vacilante, atiende a la suplica de la honestidad.
Genero el juego que me lleva a la cúpula de la seducción.
Y entre triángulos, círculos y semicírculos me deshago sútil,
casi imperceptiblemente en la caja de los recuerdos soñados.
El desorden de antaño, hoy es trágica sapiencia inútil.
No me desangro, aún formando pedazos dañados.
Erguida sobre mi esqueleto avanzo sin miramientos,
ni el espanto, ni el llanto atemorizan mis encantos.
Es hora de llegar a destino y armar cimientos,
para que vuelvas y me construyas por pieza y canto.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
Desobedezco las formas y el color de las piezas,
no coordino, simplemente imagino el andar de mi mano.
Cosmopolita risa que salpica con hermosa sonoridad
mis labios finos hasta soltar la carga de la emoción
que vacilante, atiende a la suplica de la honestidad.
Genero el juego que me lleva a la cúpula de la seducción.
Y entre triángulos, círculos y semicírculos me deshago sútil,
casi imperceptiblemente en la caja de los recuerdos soñados.
El desorden de antaño, hoy es trágica sapiencia inútil.
No me desangro, aún formando pedazos dañados.
Erguida sobre mi esqueleto avanzo sin miramientos,
ni el espanto, ni el llanto atemorizan mis encantos.
Es hora de llegar a destino y armar cimientos,
para que vuelvas y me construyas por pieza y canto.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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