(POESÍA DE BEATRIZ LILIANA ESLIMÁN)
Ni el más estrecho firmamento
hizo en mí ceguera placentera,
como ha sido tu despecho cruento
en gotas de desdichada quimera.
No escojo el más suave dulzor
pues se avienen mis sentidos,
a dejar tu sabor con estupor
urgiendo en clamorosos latidos.
Y cabizbajo mi honor no hace llanto,
sino se enciende en tu hombro complaciente.
Dejo caer el guante como un manto
y en mis entrañas no poseo simiente.
Con la quietud que regala la nocturnidad
me envuelvo con la seda del astro luna;
hasta que en la forzosa impunidad
tú me abrazas sin compasión alguna...
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
hizo en mí ceguera placentera,
como ha sido tu despecho cruento
en gotas de desdichada quimera.
No escojo el más suave dulzor
pues se avienen mis sentidos,
a dejar tu sabor con estupor
urgiendo en clamorosos latidos.
Y cabizbajo mi honor no hace llanto,
sino se enciende en tu hombro complaciente.
Dejo caer el guante como un manto
y en mis entrañas no poseo simiente.
Con la quietud que regala la nocturnidad
me envuelvo con la seda del astro luna;
hasta que en la forzosa impunidad
tú me abrazas sin compasión alguna...
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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