(POESÍA DE BEATRIZ LILIANA ES LIMÁN)
Mis venas son el canal de tu savia hirviente,
en ellas trasfundes tus fluídos que corren bravíos;
y dejas que se alimenten mis células ardientes
hasta confluir en la desembocadura de ríos tardíos.
Se confunden mi fragua y tu leña en este fuego,
que lentamente se extiende voraz y estremecido.
Se desordenan átomos de mi piel y tu piel sin apego
por la generosa fuerza de nuestro amor encendido.
LLegas al puerto de mi piernas navegando con sigilo
y recorres mis mesetas con el arnés de tus sentidos.
Asciendes hasta la cumbre más elevada atado a un hilo,
y desciendes completo y vivaz, entrelazando nuestros latidos.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
en ellas trasfundes tus fluídos que corren bravíos;
y dejas que se alimenten mis células ardientes
hasta confluir en la desembocadura de ríos tardíos.
Se confunden mi fragua y tu leña en este fuego,
que lentamente se extiende voraz y estremecido.
Se desordenan átomos de mi piel y tu piel sin apego
por la generosa fuerza de nuestro amor encendido.
LLegas al puerto de mi piernas navegando con sigilo
y recorres mis mesetas con el arnés de tus sentidos.
Asciendes hasta la cumbre más elevada atado a un hilo,
y desciendes completo y vivaz, entrelazando nuestros latidos.
©copyrigth 2011. de Beatriz Liliana Esliman.(derechos reservados del autor)
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